jueves, 3 de julio de 2008

¡Fotos no, gracias! ¡Que no, puñetas!

Ojos de asombro, tan grandes como éstos arcos, se nos quedaron aquel día... Templo de San Miguel, 1081, galería porticada, San Esteban de Gormaz (Soria). [Foto 28 diciembre 2006].
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En el reino de las anécdotas, sucede igual que con las historias noveladas: la realidad siempre supera a la ficción.
Allá por los años 80 del pasado siglo -el XX, quiero decir-, recalamos en San Esteban de Gormaz, viejo pueblo soriano que, entonces, dormitaba en una dorada decadencia. No obstante, su precioso templo de San Miguel estaba siendo interiormente restaurado. Nos colamos de rondón, entre andamios, herramientas y albañiles, sin mayores impedimentos. Nadie entre los presentes nos prohibió el paso, ni que andurreáramos por la nave curioseando a placer.
Pero... ¡Oh, infaustos hados! Tuvimos la "obscena" ocurrencia, de sacar la cámara de fotos y apuntar hacia los capiteles del arco triunfal. Entonces, la monótona calma de los trabajadores se vió bruscamente interrumpida por un vozarrón tonante: "¡Alto ahí, nada de fotos! ¡No, no, nada de cámaras! ¡Mirar, lo que quieran, pero ni una foto!". Quien así bramaba, agitando los brazos con exagerados gestos resultó ser el guarda del monumento. El cual, por estar acompañado del arqueólogo y el arquitecto, hacía valer su "autoridad" para que sus superiores viesen "lo bien" que la ejercía.
Bueno, pues pedimos humildes disculpas. Y al no podernos servir del teleobjetivo, decidimos examinar los dichos capiteles con unos prismáticos que, entonces, acostumbrábamos llevar para casos extremos. ¿Quién podía suponer que, nuestro inocente decisión, iba a desatar todos los demonios del Averno?
"¡He dicho que nada de fotos! ¡Nada de cámaras! ¡Que no, puñetas! ¿Es que no tienen educación...? ¡Fuera de aquí, ahora mísmo! Bla, bla, bla...!"
El guarda, enrazado en energúmeno, se arrancó de improviso para apostrofanos como a villanos, falaces y soeces. Intentamos parar aquel torrente de imprecaciones, alegando que no habíamos transgredido sus admoniciones, que aquello no era una cámara, que no hacíamos fotos, que eran unos simples prismáticos. Pero no había manera, ya el endríago aquel se abalanzaba hacia nosotros, con intención de expulsarnos por la fuerza, cuando el arqueólogo y el ingeniero, partidos de la risa, lo detuvieron del brazo. Con palabras entrecortadas por las carcajadas, atinaron a calmarlo, pero aunque le explicaron que "prismáticos" no son "cámara", el persistió en sus trece y sólo consintió en dejarlo estar "si no usábamos ni una cámara, ni la otra..." Antes muerto, que ceder en la "santa" misión que le había sido encomendada. Y, aunque nuestros "salvadores", nos dieron toda clase de explicaciones, sin fotos nos quedamos. Desde entonces, hasta que los jubilamos, aquellos prismáticos se quedaron con el apodo de "la otra camara".
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Salud y fraternidad.

13 comentarios:

ArtuROM dijo...

Anécdotas de este tipo seguro que tenemos como para escribir un buen tomo.

La verdad es que he de decir que en ocasiones, cuando fotografío en soledad los interiores de las iglesias (algo que hago muy a menudo), caigo en la locura del fotógrafo con prisas por miedo a descerebrados de este tipo que, como si de un crimen se tratase, te envían directo a la picota por tan blasfema acción. Incluso se puede llegar a extremos ya ridículos, como lo que me aconteció en el Museo Diocesano de Sigüenza o en San Pedro de Tejada (Puente Arenas, Burgos), pero esas son ya otras historias...

¡¡Malditos todos los que, como yo, irán directos al purgatorio de los desalmados amantes del románico que, ¡oh perversión! cayeron en las garras de la afición por la fotografía!!

¡Saludos!

Alkaest dijo...

San Pedro de Tejada, qué magnífico templo. Y cuanto peligro tienen algunos de sus cuidadores, que a la primera de cambio te recuerdan, con no muy buenos modales, que aquello es una "propiedad privada" y que si traspasas la cadena estás "invadiendo su territorio".
¿Se puede consentir que un edificio, declarado "Monumento histórico artístico y bien de interés cultural", esté, no ya en manos privadas, sino en manos de alguien de cuyo buen o mal humor, de ese día, dependes para poderlo visitar y/o fotografiar?.
Cuando me topo gente así, sueño con que alguien cree una "guerrilla románica", dedicada a tomar fotos en los monumentos prohibidos, para difundirlas gratis en la red. Es sólo un sueño.

Salud y fraternidad.

ArtuROM dijo...

Así es.

En S. Pedro de Tejada tuve que jugarme literalmente la vida en un descuido de uno de esos amables "cuidadores". Tras dejarme caer que las fotos en el interior únicamente "salían bien" si el donativo era cuantioso, decidí esperar sigilosamente hasta que llegase el próximo visitante a atender para dar rienda suelta a mi descaro. Así, trípode plantado y cámara sobre él, solté cuantos clicks pude sobre la exhausta Olympus.

Por cierto, como amable donativo exclamé un simpático "Buenos días. Hasta luego" (bastante doné con la entrada).

Por cierto, yo también quiero alistarme en esa guerrilla que propones, Alkaest. Es más, propongo que como venganza nos dediquemos a publicar abiertamente todas esas fotos prohibidas para difundirlas hasta el infinito y más allá. ¿Tal vez debería escribir en mi blog una entrada sobre el interior de S. Pedro de Tejada? ¿Quizá ilustrada? ¡¡Qué malvada idea!!

Buenas noches.

Uge, La Web de Sebúlcor dijo...

Buenas.
Yo llevo muy poco tiempo en este mundillo, pero ya me han echado la bronca alguna vez. Vamos a ver, si hago las fotos sin flash y el lugar no es privado ¿Tienen derecho a prohibirnos hacer fotos?

Alkaest dijo...

¡Pues claro que tienen derecho a prohibirnos lo que quieran! No en vano son los Guardianes del Reino. Para muchos "servidores de Dios", los templos no son lugares públicos: son el redil donde encerrar las ovejas del Señor y ellos los pastores. Para otros "servidores de Dios", los templos: son la casa del Señor, y es falta de respeto hacer de "paparazzi" con la residencia de tan alto personaje. Otros, en fin, son tan necios que deben pensar: que, como Dios es tan viejecito, el flash le molesta en los ojos, y el clikc le daña los oídos. Sin embargo, hay otra categoría, compuesta por aquellos a los que su Dios, si existe ese Dios en concreto, y hay Juicio Final, les dirá "apartáos de mí, réprobos, id al fuego eterno..."
Son aquellos "servidores" que: prohiben hacer fotos, en principio, pero si uno se ofrece a realizar cierto "sustancioso" donativo, "con fines piadosos", te dan bula para fotografiar hasta que la cámara reviente.
Lo del FGLF, "Frente Guerrillero de Liberación Fotográfica" (ojo, tengo registrado el nombre, no me lo copiéis), no lo tengo muy claro. Tendré que consultarlo con mis abogados, no sea que los "servidores de Dios", tengan registrados los derechos de reproducción de "sus" templos y nos demanden si publicamos.
Nos demanden "santamente" y "con fines piadosos", se entiende, cosa extensible a la correspondiente indemnización que nos pidan, y a la multa que sus lacayos gubernamentales nos apliquen de propina.

Salud y fraternidad.

Baruk dijo...

Pues será que os ven pinta de gamberrillos.

A mi sin embargo, la vez que me pillaron en el museo de V--- haciendo fotos, fueron muy considerados y llamaron a un señor muy alto y fuertote que llevaba un telefonillo en la oreja para que me acompañara a la salida, lo cual realizó con gran diligencia.

La única pega es que no tenía mucho sentido del humor..., pero ya sabemos que nadie es perfecto.


Salud y románico

Paco Torralba dijo...

Lo de las fotos dá para escribir alguna que otra novela de terror.
Desde el normal "dinero por fotos", haata el curiosísimo "puede hacer 3 o 4, pero no mas", pasando por el "llegó una carta del arzobispado ayer diciendo que no se puede" de la Colegiata de Cervatos se puede hacer una buena colección, llegando, por supuesto, a las prohibiciones absolutas (con pena de infierno, imagino).
Alkaest: para queno te quede mal sabor de San Miguel, acabo de subir ahora unas fotos, algunas del interior de este tamplo.Entrad aqui:http://www.astragalo.net/soria/sanestemiguel.htm
Salu2

Alkaest dijo...

¡Jo, Baruk! ¡Qué categoría la tuya!
Cuando sea mayor, quiero ser como tú.
Yo, lo más que he conseguido, han sido reprimendas de viejecillas rurales, amonestaciones de "sacristanes" urbanos de mediana edad, regañinas de rústicas "marujas" beatas, o piadosos discursos admonitorios de catedralicias "nobles damas del sagrario y ropero de los pobres".
¡Ah, el día que un "matón a sueldo", con pinta de mafioso, y "pinganillo" al oído, me acompañe a la salida...! Entonces si que me consideraré plenamente realizado, como pirata fotografico.
Amigo Paco. De Cervatos mejor no hablar, porque allí deben estar recibiendo cartas del arzobispado todos los días. A menos que, ambos, visitásemos el templo con pocos días de diferencia.
Amigos todos. Tengo otra idea, en vez de una guerrilla fotográfica, que puede sonar algo radical a oídos santos, dignos y oficiales, propongo fundar la ONG "Fotografías sin fronteras", con los mismos propósitos y finalidades. Difundir las fotos "malditas" y "prohibidas" de todos los monumentos del universo mundo. ¿Quíen recoge el guante?

Salud y fraternidad.

ArtuROM dijo...

He de admitir que hoy me siento como un ladronzuelo de poca monta con suerte. Y es que apenas he tenido que "robar" para conseguir mi propósito.

Nunca pensé que mi viaje a Ávila iba a salirme tan reentable fotográficamente hablando. S. Vicente, una de las mecas del "Fotos no", ha sido literalmente ametrallada por mi cámara con el beneplácito del guarda (aún no salgo de mi asombro). Más de lo mismo en S. Andrés, si bien el guarda de este templo ha sido más fácil, quizá porque el demonio se había apoderado ya de su pervertida alma. ¿Será el año abulense del "fotos si"? En cualquier caso, hay que aprovechar.

Por último, la catedral ha sido el único templo en el que, tras más de cincuenta fotos, he salido casi excomulgado. Lo que no sabía el señor trajeado que me ha advertido del "fotos no" es que yo no gasto de esas cosas espirituales.

En cualquier caso, ¡más material para poder poner los cimientos de ese movimiento de "Fotógrafos sin fronteras" que propone Alkaest!

Por cierto. Gracias Paco por las fotos que nos regalas de S. Miguel de S. Esteban de Gormaz. La única vez que he estado fui con una indigestión y apenas si hice dos fotos antes de tener que marcharme corriendo de allí.

Un saludo.

Paco Torralba dijo...

Arturo, en S. Vicente nunca ha habido problemas para hacer fotos, a pesar de un viejo cartel de "Fotos no" por algun sitio. Y en S. Andrés tampoco. La catedral ya es otro tema, pues después de Las Edades del Hombre se ha apuntado a la moda de apenas traspasar la entrada a los pies del templo, tener que cotizar para ver el resto.
¡Veo que teneis la negra en S. Miguel! Penitencia: ¡¡volver!!
Salu2

ArtuROM dijo...

¡Debe ser que yo he tenido siempre una suerte horrible en S. Vicente! En mi caso, hasta la tercera no ha sido la vencida. Según me comentó el hombre que estaba en la taquilla, si está el párroco dentro no deja hacer fotos. De hecho las dos veces anteriores, una de ellas con bastantes malos modales, me hicieron guardar la cámara.

En S. Andrés me comentaron algo similar, pues el párroco es el mismo que en S. Vicente. Él ha dado la orden de que no dejen hacer fotos, aunque el señor que cuidaba voluntariamente la iglesia me dijo que esa prohibición le parecía absurda. Un "hurra" por él.

¡Ya decía yo en la primera entrada que este tema iba a dar como para escribir un buen tomo! ¿Alguna experiencia frustada más que podamos añadir?

Anónimo dijo...

¡que imbecilidad!
hay mil maneras de hacer fotos sin que se enteren los guardianes de la decencia fotográfica. Sería mucho mas divertido que obligaran a enseñar las fotos y al que las haga malas que le aticen un mamporro.
Con el ínfimo tamaño de muchas de las cámaras que se ven por ahí y las cámaras de los móviles, como no inventen un inhibidor de frecuencias de obturadores, van apañaos.

Alkaest dijo...

Amigo Jaime, sería conveniente no adjetivar como "imbecilidades" las opiniones de los demás, porque eso abre la puerta para que adjetiven de igual modo las tuyas. Y no queremos que, este blog, se convierta en una guerra de adjetivos. Aquí, como en todas partes, cada uno cuenta la feria según le va, y eso no le hace ni más ni menos listo.
Nos comunicamos, para compartir experiencias, contrastar opiniones y pasar un buen rato con algo que nos gusta, no para demostrar que somos mas "guay" que nadie.

Disculpad todos el rapapolvo, pero como dijo aquel: "Un respetito es muy bonito y a tiempo dice mucho..."

Salud y fraternidad.