lunes, 28 de septiembre de 2009

Monzón, templario y románico (II).

La Capilla de los Caballeros, en el castillo de Monzón (Huesca), hoy dedicada a San Nicolás y antaño a Nuestra Señora, apenas conserva huellas de su estilo románico. Ello por dos motivos principales, el primero su estética cisterciense tardía (hacia 1163), enemiga de figuraciones, y el segundo por los destrozos ocasionados en los sucesivos asaltos a la fortaleza, junto con el abandono final.
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Su portada oeste, extremadamente sencilla, está trabajada a base de grandes dovelas que abarcan todas sus arquivoltas, pero tan solo en el frontal de la mas externa hubo figuraciones, aunque ha sido repicada y solo quedan restos de unas ondas.
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En la clave, destaca un curioso crismón de tipo “oscense”, con todos sus elementos correctamente colocados, pero que en cinco de sus seis gajos tiene unos insólitos semicírculos internos, más otros extraños elementos en el cruce de sus segmentos, a izquierda y derecha.
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El interior desborda también simplicidad cisterciense, lo cual sería bello de contemplar si no fuese por esa blasfema pantalla, sobre la que se proyecta cansinamente, una y otra vez, repetido hasta la náusea, un horrendo vídeo presuntamente ilustrativo del lugar y sus constructores. Sentimos ganas de arrancar los candados del túnel que, bajo el ábside, perfora la roca, se divide en tres y acaba lejos del cerro, para que nos permitiera escapar al martirio audiovisual que profana este lugar sagrado.
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No obstante, si rebuscamos un poco veremos ciertos detalles figurativos. Alguna inscripción, las abundantes marcas de cantero, algún capitel tímidamente escondido en las ventanas, acertadamente cerradas con placas de alabastro que tamizan la luz, y alguna otra pieza esculpida.
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Se trata de capiteles vegetales, sencillos pero bien trabajados, donde la única concesión figurativa consiste en elementos de la Naturaleza: hojas, tallos, algún fruto, como reflejo de la gloria de su divino creador. Porque san Bernardo proponía a sus monjes una meditación interiorizada, ajena al mundo físico que nos rodea.
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Tan solo en las ménsulas, que sirven de quicialeras, a cada lado de la puerta, se han permitido los templarios “la alegría” de unas figuras reconocibles. Una cabeza de cabra, de largos cuernos y luenga barba, a un lado, y una cabeza de lobo, al otro, como guardianes de la capilla.
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Seguramente, habría algunas otras piezas escultóricas repartidas por los diferentes edificios de la fortaleza, pero la estupidez humana y sus guerras las hicieron desaparecer.
En 2009, al cumplirse 700 años de la caída del castillo y la rendición de los templarios, todavía debemos dar gracias porque resten estas humildes muestras de aquella pasada grandeza.
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Salud y fraternidad.

5 comentarios:

juancar347 dijo...

Me parece espectacular, llamándome poderosamente la atención la referencia que haces a los guardianes de la capilla, la cabra y el lobo. En cuanto al vídeo, entiendo tu disgusto, pero es un tema que suele estar de moda en muchos sitios (incluido el monasterio de Santa María de Huerta). Lástima el candado...

Baruk dijo...

Juancar, los "guardianes" son una monada, saber porqué están ahí y por qué esos en particular me supone todo un reto...

La pantalla es lo que consigue que la gente pase más rato dentro del templo, que de hecho ya no es un templo, es un "centro de interpretación", algo que se ha puesto de moda en todas partes, y que por cierto... por qué les llaman así? no lo he entendido nunca, "centro de interpretación", que cosa más mal definida!!

Y en cuanto al candado... eso si es una putada en mayúsculas, una putada gorda.

Alkaest.... queremos más Monzón, jó!, con lo que me costó subirte allí!!, a ver si nos lucimos en el foro y te prometo no protestar más(por el momento, claro)

Salud y románico

Alkaest dijo...

El epíteto "centro de interpretación", me parece sospechoso. ¿Por qué alguien, tiene que interpretarme nada? Interpretar, me suena a "traducir", y ya sabes: "traductor = traidor".
¿No sería más lógico, "centro de información"? Aunque su información fuese igual de sesgada, que la "interpretación", al menos no lo sería con ese aire de descaro, de prepotencia institucional, que se desprende de "interpretación"...

Y mejor será no "jurgar" en la herida, no nos vayan a poner sal en ella...

Lamento no poder hacer una entrada sobre "Monzón III", carezco de más fotos. Las "guías diplomadas", que nos arrearon hacia la salida, pues "el horario es el horario", me impidieron regodearme con la cámara tanto como hubiese querido. Habrá que volver, y explorar las ruinas de San Juan, al pie del cerro, y la Colegiata, y el castillo palmo a palmo.

¡Pero por favor, que sea en diciembre o enero!

Salud y fraternidad.

juancar347 dijo...

Lástima que no haya posibilidad de una tercera entrada por falta de fotos, a mi me ha pasado alguna vez (la última en la visita guiada a Leyre, odio las visitas guiadas) y sienta mal, venirse con el 'trabajo' a medias. Precisamente eso es lo que me llama la atención, Baruk, que sean los guardianes figuras asociadas en el Cristianismo con la noche, la oscuridad, las fuerzas maléficas...En fin, creo que tendré que darme un día una buena excursión por Monzón. Un abrazo

Mar dijo...

Totalmente de acuerdo en lo de la estupidez humana y sus guerras. Y también en lo del centro de interpretación. ¿Qúe demonios hay que interpretar? Que me lo expliquen. Eso sí, suena "snow" y eso seguro "vende". Un saludo