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Nada es gratuito en los gestos de la escultura románica, en este tímpano Nuestra Señora muestra, con la postura de sus dedos, el número siete. Tanto los cabalistas, como los neoplatónicos, insistieron en su carácter privilegiado como número perfecto, de realización. Siete son los días de la semana, las esferas celestes, las ramas del árbol cósmico, las virtudes, los vientos y las notas musicales. Cifra mágica, entre todas las cifras, tiene aquí su razón de ser por la significación que posee como colofón cíclico. Fin de un ciclo y principio de otro nuevo, aquí representado por el anuncio del próximo nacimiento del Cristo, con quien se acaba la era humana gobernada por la Diosa Madre, y comienza otra donde ella es suplantada por el Dios trinitario.
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