"Digue l'ase a la mula: au allà orelluda".
.
"¡Anda allá, orejuda..." [Foto: Bareyo, Cantabria, 21 marzo 2005].
.
Puesto que nos despedimos, para las vacaciones estivales, con una “burrada” refranera y filosófica, consideramos lógico regresar de ellas con otra.
Está claro como el agua, que el refrán “Dijo el asno a la mula, anda allá orejuda”, censura a quienes señalan en los demás defectos que, a ellos, les son propios. O sea, otra forma de ver la paja en el ojo ajeno... e ignorar que se tiene una viga en el propio.
La plaga del “Fotos NO”, se extiende imparable y, del ámbito eclesiástico, la farisaica prohibición se ha propagado al espacio laico. ¿O no se ha propagado, sino que en esta Celtiberia de nuestros pecados no existe separación entre religiosidad y laicidad, sino que son diferentes “sepulcros blanqueados” -perdón "presuntos sepulcros"- pero llenos de la misma podredumbre?
Esto viene a cuento de un suceso, propio de la “ley del embudo” a que nos someten los estamentos oficiales, ocurrido en la persona de nuestro colega de pasiones románicas, Alberto Calderón, quien acaba de denunciar en su blog “Románico burgalés”, y cito textualmente:
.
“Me acabo de dar cuenta de que el Ayuntamiento de Burgos se ha apropiado descaradamente de unas imágenes mías como demuestran estos vínculos:
La Noche Blanca. Ayto. de Burgos
Románico Burgalés. Museo de Burgos
Románico Burgalés. Los sarcófagos paleocristianos del Museo de Burgos
No es que me parezca mal que las usen, pero me gustaría que por lo menos me pidieran permiso y avisaran de que son mías. ¿Qué me recomendaríais que hiciera?”.
.
Está claro como el agua, que el refrán “Dijo el asno a la mula, anda allá orejuda”, censura a quienes señalan en los demás defectos que, a ellos, les son propios. O sea, otra forma de ver la paja en el ojo ajeno... e ignorar que se tiene una viga en el propio.
La plaga del “Fotos NO”, se extiende imparable y, del ámbito eclesiástico, la farisaica prohibición se ha propagado al espacio laico. ¿O no se ha propagado, sino que en esta Celtiberia de nuestros pecados no existe separación entre religiosidad y laicidad, sino que son diferentes “sepulcros blanqueados” -perdón "presuntos sepulcros"- pero llenos de la misma podredumbre?
Esto viene a cuento de un suceso, propio de la “ley del embudo” a que nos someten los estamentos oficiales, ocurrido en la persona de nuestro colega de pasiones románicas, Alberto Calderón, quien acaba de denunciar en su blog “Románico burgalés”, y cito textualmente:
.
“Me acabo de dar cuenta de que el Ayuntamiento de Burgos se ha apropiado descaradamente de unas imágenes mías como demuestran estos vínculos:
La Noche Blanca. Ayto. de Burgos
Románico Burgalés. Museo de Burgos
Románico Burgalés. Los sarcófagos paleocristianos del Museo de Burgos
No es que me parezca mal que las usen, pero me gustaría que por lo menos me pidieran permiso y avisaran de que son mías. ¿Qué me recomendaríais que hiciera?”.
.
¡Para mi lo ancho, para ti lo estrecho! [Foto: Templo de San Martiño, San Martiño de Mondoñedo, Lugo, 17 julio 2008].
.
“Dijo el asno al mulo, quita allá orejudo”. ¿Después de ésto, con qué autoridad, nos prohíben hacer fotos los herederos morales -perdón, "presuntos herederos"-, laicos y religiosos, de la “Santa” Inquisición? ¿Qué será lo próximo? ¿Multarnos por hacer fotos en los templos y museos, para luego vender en sus tiendas, de templos y museos, nuestras fotos “malamente habidas”? ¿Qué harían esas “autoridades”, si nosotros osáramos plagiarles algunas fotos de sus publicaciones? ¿Nos reirían la gracia, o nos demandarían por vía judicial, ya que el uso de la hoguera no se lleva esta temporada?
Yo recomendaría al amigo Alberto reclamar al “maestro armero”, puesto que no es juicioso meterse en juicios, y también que ejerza menos mansedumbre: prohiba el uso de sus fotos a semejantes individuos, ni siquiera aunque se disculpen y lo pidan con “los bracitos en cruz”.
Pero claro, yo no tengo su educación y cortesía, soy un grosero hereje radical. Para que alguien de esa calaña -perdón "presunta calaña"- eclesiástico-laica pudiera reproducir alguna foto mía, exigiría a cambio -ojo por ojo-, como mínimo, un “salvoconducto” que me permitiera hacer y reproducir, sin límites, cuanta foto quisiera de "sus" templos y museos. He incluso así, me lo pensaría. Los herejes, groseros y radicales, somos muy nuestros...
Yo recomendaría al amigo Alberto reclamar al “maestro armero”, puesto que no es juicioso meterse en juicios, y también que ejerza menos mansedumbre: prohiba el uso de sus fotos a semejantes individuos, ni siquiera aunque se disculpen y lo pidan con “los bracitos en cruz”.
Pero claro, yo no tengo su educación y cortesía, soy un grosero hereje radical. Para que alguien de esa calaña -perdón "presunta calaña"- eclesiástico-laica pudiera reproducir alguna foto mía, exigiría a cambio -ojo por ojo-, como mínimo, un “salvoconducto” que me permitiera hacer y reproducir, sin límites, cuanta foto quisiera de "sus" templos y museos. He incluso así, me lo pensaría. Los herejes, groseros y radicales, somos muy nuestros...
.
Salud y fraternidad.