viernes, 8 de abril de 2011

Artaiz, sombras de sospecha... (II)

Afirma un viejo refrán celtibérico: "Quijadas sin barbas, no merecen ser honradas", y es un dicho que aquí nos viene "al pelo", por los diversos barbudos de este lugar...
El templo de San Martín, en Artaiz (Navarra), guarda celosamente varios enigmas, unos más grandes que otros, y el menor de ellos puede que sea el del "caballero de la luenga barba", pero, desde luego, no es de los menos curiosos.
En el alero norte, muy maltratado por el clima, uno de los modillones mejor conservados, a pesar de encontrarse partido, nos muestra el rostro sereno de un hombre, provisto de bien peinado cabello, con poblado bigote y tupida barba triangular. Esto en si, no tiene nada de enigmático, me dirán sus mercedes. ¡Un rostro como tantos en el románico!

Para mejor apreciar la cuestión, nos hemos permitido la licencia de "restaurar", digitalmente, el citado modillón.
En simbología, la barba, es tanto atributo de virilidad y energía, como de fuerza, valor y conocimiento. Todas las creencias, desde la religión egipcia a la mitología judeo-cristiana, pasando por los greco-romanos, y los pueblos célticos, tienen alguna divinidad barbuda, puesto que las citadas cualidades se consideraban atributos divinos.
Durante el medievo, la barba era símbolo de la dignidad y respeto de su portador, por tanto no podía ser tocada por nadie con intenciones burlescas, pues como representación plástica, de las cualidades positivas del individuo, estaba protegida por la ley.
Pero en Artaiz, lo enigmático no es el personaje barbado del modillón, ni siquiera el simbolismo de su curiosa barba triangular.

Lo misterioso, es que dicha cabeza, con idéntica barba, se repite en un capitel interior, obra de otro cantero, mucho más esquemático, más "naif" y, por lo mismo, quizá más tardío.
En el siglo XVI, se cambiaron las bóvedas románicas, a causa de su mal estado, o por encontrarse hundidas. El propio derrumbe, la exposición a la intemperie, un desmontaje deficiente, o un poco de todo, habría destrozado los capiteles originales, que se sustituyeron por estos. Tosca escultura, más propia de un tardo-románico rural, que no cuadra con las exquisitas figuras aquí labradas en el siglo XII.
Entonces. ¿Por qué dos artistas, tan diferentes, repitieron el mismo motivo, en dos lugares tan dispares del templo, y con un largo intervalo de tiempo? ¿Tenía, este rostro barbado, algún simbolismo especial, o fue simple y pura copia ciega?

(continuará)

Salud y fraternidad.

5 comentarios:

juancar347 dijo...

Pues la pregunta tiene su miga. Sí que resulta curioso que dos canteros, con diferente habilidad artística y posiblemente de diferente época, hayan coincido en dotar a la barba en cuestión de la misma forma. ¿Casualidad o modelo representativo de lo que hemos de pensar como un personaje relevante?. Ahora bien, si éste fuera el caso, ¿de qué personaje relevante en cuestión se trataría?. ¿Se podría argumentar, por la forma trinitaria de la barba, una alusión Crística? ¿O quizás una referencial exótica, similar a la barba postiza que utilizaban los faraones?. Supongo que de un detalle, en apariencia tan sencillo, podrían argumentarse multitud de hipótesis. Espero que en esa previsible tercera parte, te mojes un poco más. Un abrazo

Syr dijo...

Como bien dices, la barba tuvo en muchos pueblos el significado de virilidad y coraje. De ahí que al enemigo se le cortara la barba y que, estirar un hombre a otro de la barba fuera considerado por el fuero de Estella de 1.090 como uno de los mayores insultos que pudiera hacerse.Por tanto, mesarse la barba sería símbolo de superación de las propias ofensas, de virilidad y coraje, y que, en sentido negativo, la barba abundante tuviera un sentido lujurioso, a modo que la larga cabellera femenina.

¿Podría radicar ahí el indicio a tu interrogante?

Salud y románico

Alkaest dijo...

Compadre Juancar.

Te citaré un "dicho", que sobre mi humilde persona acostumbra a soltar el amigo Esca:
"Maese Alkaest, dice mucho, guarda más, pero no todo lo dice, que luego todo se sabe".
Así que, ese "dicho" me exime de decir más sobre las barbas. Bueno, si acaso un consejo:
"Cuando las barbas de Maese Alkaest veas pelar, pon las tuyas a remojar..."
_______________

Compadre Syr.

No vas descaminado, según es tu costumbre. Pues el aspecto "viril" de las barbas, no es precisamente una faceta menor de su simbolismo. Pero chitón, que luego todos saben tanto como yo, y acaban queriendo saber más que uno...

Syr dijo...

" Virila, tu has estado trescientos años oyendo el canto de un ruiseñor y te ha parecido un instante. Los goces de la eternidad son mucho más perfectos ". Un ruiseñor entra entonces por la puerta de la iglesia con un anillo abacial en el pico, y lo coloca en el dedo del abad, que lo fue hasta que Dios lo llamó a comprobar la gloria eterna".


Salud y románico

Rubén Oliver dijo...

Julin, estoy en ascuas...tercera parte ya.